Casas Cardedeu

Se trata de una vivienda para dos familias con niños que buscaban un proyecto con cierto componente comunitario. Por eso, eligieron una parcela que permitía la construcción de dos viviendas adosadas, con la idea de disponer de un espacio exterior común y estudiar, además, la posibilidad de compartir parte de las instalaciones. La parcela es rectangular y prácticamente plana.

La pieza edificada, de volumetría intencionadamente compacta, se sitúa con la separación mínima respecto a la calle necesaria para justificar dos plazas de aparcamiento por vivienda, lo que permite obtener la máxima superficie ajardinada en la parte posterior del edificio, la zona con mejor orientación. La edificación ocupa el máximo ancho de parcela permitido por la normativa para lograr una fachada sureste (la mejor orientación del proyecto) lo más amplia posible, dejando solo un paso mínimo en los laterales. En esta fachada posterior, en relación con el jardín, aparece un elemento de transición interior-exterior cuya configuración flexible permitirá un funcionamiento pasivo diferente en verano e invierno.

Las viviendas son prácticamente simétricas, con pequeñas diferencias. Se estructuran en dos crujías con una organización del programa muy clara: la crujía más estrecha, adosada a la medianera, contiene las zonas húmedas y las circulaciones; la más ancha, orientada a fachada, contiene los espacios de estar en planta baja y los dormitorios en planta primera.

Por exigencias presupuestarias, la construcción es sencilla y austera: muros de carga de una sola hoja cerámica y forjados unidireccionales con bovedillas también cerámicas. Para lograr buenas prestaciones, los muros exteriores se revisten con aislamiento térmico y se instalan carpinterías de madera con buena estanqueidad. En la cubierta, para mejorar la protección frente a la radiación solar, se instala una cubierta vegetal con plantas de bajo consumo hídrico.

La buena captación solar, las mínimas aberturas al norte, la inercia térmica de la construcción y el aislamiento del envolvente garantizan un buen comportamiento pasivo en invierno. En verano, la vegetación y las persianas generarán sombra permanente y las diferentes aperturas permitirán aprovechar los vientos dominantes para facilitar la ventilación cruzada.

En cuanto a las instalaciones, destaca el sistema compartido de recuperación de aguas grises y pluviales para su reutilización en las cisternas de los inodoros y el riego de la cubierta vegetal y el jardín. Este sistema, común para ambas viviendas, tiene una capacidad de acumulación de 4.000 litros. En la cubierta superior también se instala una instalación fotovoltaica compartida para el autoconsumo.