Coòpolis

El proyecto se inicia en 2016 con el encargo de generar una sede provisional para Coòpolis BCN hasta que pueda trasladarse a su ubicación definitiva. Coòpolis BCN es un equipamiento integral de promoción y fomento de la economía social y cooperativa en Barcelona, situado en el antiguo recinto industrial de Can Batlló. Coòpolis es un espacio de referencia para todas aquellas iniciativas de la economía social, cooperativa y comunitaria que requieran formación, asesoramiento o apoyo, estableciendo un nuevo polo de dinamización económica en la ciudad.

La primera intervención se lleva a cabo en 2017 y consiste en habilitar un espacio provisional en la planta baja del Bloque 8 del recinto industrial de Can Batlló como oficina de promoción del propio proyecto de Coòpolis. En este espacio deben poder desarrollarse actos promocionales, presentaciones y reuniones relacionadas tanto con el proyecto como con su vinculación con el barrio. Se trata de generar un espacio de identidad y referencia que contribuya al éxito de su desarrollo; una fase inicial para comenzar a consolidar el proyecto mientras se concreta su sede definitiva. En 2019 se amplía el proyecto con zonas de formación e incubación de cooperativas.

El Bloque 8 data de 1880 y Coòpolis se ubica en dos naves perimetrales formadas por muros de fábrica, cerchas de madera y cubierta de teja, y una nave interior compuesta por una estructura de pilares y vigas de hierro con bóvedas cerámicas. Las principales estrategias del proyecto pasan por reconocer la preexistencia, tratando de recuperar los elementos más significativos y abordando la nueva construcción de forma cuidadosa y respetuosa. La reutilización de materiales, la recuperación de elementos existentes y la atención a la morfología particular de la nave aportan identidad al espacio, en consonancia con el pasado industrial del recinto, al tiempo que permiten reducir el coste de la actuación y generar un menor impacto ambiental.

El proyecto se centra en la construcción de diferentes cajas y módulos de madera para alojar las distintas actividades del equipamiento. Se minimizan las actuaciones en la mayor parte de la envolvente de la nave, realizando solo reparaciones puntuales en las cubiertas y carpinterías existentes, lo que permite enfocar la inversión en la rehabilitación. Son los nuevos espacios de madera los encargados de garantizar el confort y, mediante construcción en seco, responden a la provisionalidad del proyecto, siendo poco invasivos y de fácil desmontaje. Aun así, se consigue un gran espacio de casi 1.000 m² donde conviven espacios semi-exteriores y cerrados, facilitando que durante varios meses del año las actividades puedan realizarse en cualquiera de los espacios, fomentando los encuentros y las relaciones entre las diversas personas que participan en el proyecto. Para facilitar la ventilación natural del espacio, se incorporan tres chimeneas solares que permiten de forma pasiva la circulación del aire interior.

El proyecto se articula en tres zonas diferenciadas que responden a las diversas necesidades del espacio. En la esquina de la nave se encuentra la zona destinada al equipo técnico, donde se ha construido un cubículo de madera de unos 60 m² que alberga ocho puestos de trabajo para las entidades y personas técnicas implicadas en el proyecto. Este espacio también cuenta con una sala de reuniones y funciona como punto de atención personalizada. En la nave lateral se ha ubicado la zona de formación, con un nuevo cubículo de madera de unos 80 m² distribuido en tres aulas de aproximadamente 30 m² cada una. Esta estructura ha sido construida con vigas FJY y madera contrachapada recuperada del propio recinto, reforzando el compromiso con la reutilización de materiales. Las aulas tienen una conexión directa con la calle y un acceso muy accesible. Finalmente, en el interior de la nave se encuentra la zona de incubación, compuesta por nueve módulos formados por una estructura de planta baja y altillo, construida con pilares y vigas de madera y forjados con piezas unidas mediante uniones finger. Estos módulos, que oscilan entre los 20 y los 30 m², están pensados para acoger cooperativas en fase inicial de actividad y disponen de aseos y un espacio de office de uso compartido.