La Comunal

La Comunal es un espacio cultural cooperativo nacido de la alianza entre varios proyectos de la economía social y solidaria, con el objetivo de mancomunar capacidades, estrechar los lazos intercooperativos y multiplicar el impacto comunitario de las prácticas socioeconómicas transformadoras. Su apuesta es generar un espacio de referencia cultural y cooperativo en la ciudad, con la finalidad de ampliar el impacto y el alcance de los proyectos implicados. Situada en el barrio de Sants de Barcelona, La Comunal está formada por siete cooperativas de trabajo y una asociación: Aula d’Idiomes, Directa, Jamgo, Irídia, Lacol, La Ciutat Invisible, La Deskomunal y Quesoni. El edificio que alberga La Comunal ocupa la mitad de la manzana entre las calles d’En Blanco, Tenor Masini y Riera d’Escuder, en Sants, y es un edificio catalogado con la categoría C. Construido en 1926, justo antes de la Exposición Universal de 1929, fue inicialmente utilizado para almacenar velas navales, y posteriormente se destinó a la manufactura. Con el tiempo, el edificio ha ido cambiando su función y actualmente acoge servicios y actividades culturales. Se trata de un edificio que ha sido adaptado a las necesidades del espacio, manteniendo su relevancia histórica y ofreciendo nuevas posibilidades para las actividades sociales y culturales que acoge. La rehabilitación de las naves de La Comunal ha sido una parte fundamental del proyecto, con el objetivo de mantener su geometría original, que había sido alterada por reformas anteriores. La primera fase de la intervención consistió en deshacer la planta baja cerrada para recuperar la forma original de las naves y facilitar una nueva conexión con el barrio. Las fachadas han sido restauradas siguiendo el primer estucado de 1926, con el objetivo de recuperar el estilo modernista del edificio, respetando su imagen original y la relación con el entorno.

La intervención en el edificio ha seguido diversas estrategias para adaptarlo a las nuevas necesidades, manteniendo su carácter histórico. Una de las principales estrategias ha sido la recuperación y rehabilitación del espacio, con una consolidación estructural mínima y la creación de espacios adaptables, con instalaciones modulares. En esta intervención, también se ha dado prioridad a la sostenibilidad y a la reducción del impacto ambiental. Así, se ha reutilizado material existente y se ha aprovechado el agua pluvial para el riego de las plantas y otros usos, siguiendo una filosofía de máxima eficiencia y respeto por el medio ambiente. El patio y las circulaciones internas han sido diseñados para favorecer la pasividad, buscando minimizar el consumo energético y reducir la necesidad de climatización. El proyecto también ha integrado estrategias energéticas innovadoras para mejorar la eficiencia energética del edificio. Uno de los sistemas utilizados es la creación de invernaderos para pretratar el aire de renovación, aprovechando la energía solar para calentarlo en invierno y disipando el calor excesivo durante el verano. Esta solución permite mejorar el comportamiento energético del edificio, contribuyendo a la creación de un espacio cómodo y energéticamente eficiente. En una segunda fase, se prevé naturalizar el patio con plantas y crear un sistema de riego conectado a un depósito de agua recogida de las cubiertas, para reforzar el objetivo de sostenibilidad a largo plazo.