Lacol fue seleccionada para presentar el edificio de La Borda en la Bienal de Venecia 2021. En esta participación se presentó una reflexión sobre la vivienda cooperativa y el desarrollo del proyecto de La Borda: desde la autopromoción por parte de las futuras usuarias, la concepción del programa funcional que debía acoger una vida más comunitaria, la arquitectura que lo define y cómo esta es modificada y adaptada por las personas que habitan el edificio.
El proyecto de La Borda se entiende como un ejemplo de experimentación en la producción de vivienda colectiva, que ha permitido superar algunas de las limitaciones de los desarrollos convencionales de vivienda pública y privada. Tradicionalmente, estos se diseñan de espaldas a las personas que los habitarán, tratadas como desconocidas. Esto imposibilita introducir cambios que afecten a las formas de vida y a la gestión futura. La lógica del mercado y sus estándares se imponen para facilitar la asimilación de la vivienda como un producto de consumo, generando soluciones mediocres. El modelo cooperativo, en cambio, permite cuestionar los valores y prácticas preestablecidas a las que debe responder la arquitectura.
El espacio de la instalación se define con un solo elemento: una gran cortina colocada cerca de una de las paredes existentes del pabellón. Este gesto genera dos ámbitos: uno exterior y otro interior, que las visitantes deben recorrer.
La cortina será reutilizada tras la Bienal, para reducir el impacto ambiental de nuestra intervención. Este elemento continuará su ciclo de vida como separador en el espacio polivalente de La Borda. De este modo, llevamos una parte real del edificio a la exposición, y no solo representaciones del mismo. Además, se han usado piezas de madera laminada sobrantes de la estructura de La Borda como taburetes.
La cortina funciona como una pantalla visible desde todo el pabellón, sobre la cual aparecen frases cosidas. Estas recogen testimonios de personas habitantes y cómo ha cambiado su vida tras mudarse al edificio, subrayando el impacto político de la arquitectura.
En la cara interior, sobre mesas inspiradas en el diseño de Enzo Mari, una serie de fotografías del fotógrafo Álvaro Valdecantos muestra diferentes espacios del edificio: fachadas, patio interior, espacio polivalente de doble altura… y, sobre todo, el proceso de apropiación por parte de las vecinas durante meses de seguimiento fotográfico. También se expone una gran maqueta de madera (escala 1:33), que muestra una sección del edificio: el patio interior, las escaleras, los espacios comunes y las cubiertas.
Finalmente, una pantalla grande frente a los taburetes proyecta dos vídeos: uno sobre el proceso de promoción, incluyendo reuniones y la fase de construcción, y otro sobre el uso del edificio desde la aparición de la COVID-19 y el confinamiento. El vídeo aporta también sonido ambiente, generando una sensación de vida en la instalación.