La Borda

La Borda es la primera cooperativa de viviendas en cesión de uso construida en suelo público en Barcelona. Este proyecto autoorganizado por las usuarias tiene como objetivo proporcionar viviendas dignas, no especulativas y que pongan en el centro el valor de uso, fomentando una estructura colectiva. Con su ejecución, La Borda demuestra que es posible establecer un nuevo modelo para hacer frente a la necesidad de ampliar la vivienda asequible en la ciudad. La iniciativa nació en 2012 como una propuesta del vecindario de Can Batlló, impulsada por el proceso de recuperación del recinto industrial y el tejido cooperativo del barrio de Sants. El proyecto se ubica en un solar cedido por el Ayuntamiento de Barcelona durante 75 años, en la calle Constitución.

El diseño de La Borda se presenta como un prototipo radical, que apuesta por la capacidad transformadora del modelo y afronta los retos de la producción de vivienda colectiva. Se busca una construcción con bajo impacto ambiental, viviendas pasivas con un coste mínimo para alcanzar el confort, y la creación de formas alternativas de habitar. A través de la creación de espacios compartidos, se valoran tanto las necesidades individuales de las usuarias como las interacciones comunitarias, que se convierten en un elemento fundamental del proyecto.

El programa del edificio se fundamenta en tres principios transversales. El primero es redefinir el programa de la vivienda colectiva. La Borda cuenta con 28 viviendas de 40, 60 y 75 m², a las que se suman diversos espacios comunitarios que amplían el concepto de habitar, desde el espacio privado hasta el espacio público, para potenciar la vida comunitaria. Entre estos espacios se encuentran la cocina-comedor, una lavandería, un espacio polivalente, un espacio para invitados, un espacio de salud y cuidados, almacenes para plantas y zonas exteriores como el patio y las azoteas, todos organizados alrededor de un patio central que recuerda a las “corrales”, una tipología de vivienda popular.

El segundo principio fundamental es la sostenibilidad y la calidad ambiental. El objetivo es construir el edificio con el menor impacto ambiental posible, tanto durante la obra como en su vida útil, y alcanzar el confort en las viviendas con el mínimo consumo para reducir los costes globales de acceso a la vivienda. Se priorizan las estrategias pasivas para aprovechar los recursos existentes y reducir la demanda energética, de agua, materiales y residuos, con un enfoque especial en la eficiencia energética para evitar la pobreza energética entre las usuarias.

Finalmente, la participación activa de las usuarias es el tercer principio que marca la diferencia en este proyecto. La gestión colectiva y la autopromoción implican que las usuarias participen activamente en todo el proceso, desde el diseño hasta la construcción y el uso del edificio. Durante la fase de diseño, la comisión de arquitectura, formada por las usuarias y el equipo técnico, ha sido la responsable de coordinar talleres sobre temas como el imaginario colectivo, el programa funcional, las estrategias ambientales y las tipologías de vivienda. Estos talleres han permitido una colaboración directa para adaptar el proyecto a las necesidades concretas de las futuras usuarias.