En 2023, el Ayuntamiento de Granollers convocó un concurso para desarrollar vivienda cooperativa en un solar municipal. Lacol acompañó al grupo de vivienda La Xalana y a la Fundació La Dinamo en el diseño arquitectónico. La candidatura no resultó ganadora. Memoria del proyecto:
El entorno actual del solar está en transformación, con un espacio público de gran calidad, pero nuevos edificios de vivienda muy cerrados en sí mismos, que no contribuyen a generar intensidad urbana. Proponemos que el proyecto de La Xalana se abra hacia la plaza para aportar actividad al espacio público mediante usos más comunitarios y dar continuidad urbana al conjunto de equipamientos formado por el centro cívico y la escuela. El proyecto se estructura a partir de amplias pasarelas elevadas orientadas hacia la plaza, que integran las circulaciones verticales y conectan desde el espacio público hasta la cubierta, pasando por los espacios comunitarios y las viviendas.
El edificio evita la idea de un zócalo en planta baja, dando continuidad a las fachadas de las plantas superiores para lograr un carácter más doméstico en el conjunto. Esta estrategia, en la fachada de la calle Rosselló, permite integrarse en el tejido de casas entre medianeras que predomina en la ciudad.
Dotamos al edificio de diversos espacios comunitarios para generar una infraestructura colectiva que permita optimizar recursos y ampliar las posibilidades de uso y actividad tanto para los usuarios como para el propio barrio. En la planta baja se ubica una sala polivalente equipada con cocina, en relación directa con el acceso a La Xalana, que se convertirá en el corazón de la cooperativa. Este espacio dispone de un porche exterior en contacto con el espacio público y un anexo con almacén, despensa y trasteros. Tendrá acceso independiente desde la calle para que pueda compartirse con otras entidades del municipio. La biblioteca y las dos habitaciones de invitados, de carácter más doméstico, se sitúan en la primera planta. La mitad de la cubierta se reserva para usos comunitarios: lavandería, tendedero, huerto comunitario y espacio de ocio.
Se proyectan 21 viviendas “base” con 15 habitaciones anexas que permiten diversidad tipológica inicial y modificaciones a lo largo del tiempo para ampliar o reducir la superficie, consiguiendo viviendas de una, dos o tres habitaciones, o incluso vivienda discontinua. En la primera planta se definen dos tipologías tipo “cluster”, con cuatro alojamientos cada una, una destinada a jóvenes y otra a colectivos específicos, posiblemente personas mayores. La flexibilidad se completa con dos “habitaciones satélite” en la primera planta, con baño propio, que podrán vincularse a cualquiera de las viviendas para adaptarse a los cambios vitales. El acceso a las viviendas se realiza mediante cancels que ayudan a controlar la privacidad respecto a las circulaciones.
Tenemos la vocación de crear un edificio inclusivo, que rompa con los roles de género tradicionales y genere nuevas dinámicas domésticas. Diseñamos circulaciones sin rincones, abiertas al espacio público, que den seguridad y faciliten el contacto entre vecinas y vecinos. Priorizamos espacios comunitarios que mejoren aspectos fundamentales del trabajo doméstico: el ciclo de la ropa —con lavandería y tendedero vinculados a espacios exteriores privilegiados— y la crianza, con la sala polivalente, la cubierta y el sistema de pasarelas como grandes espacios de juego. En las viviendas, la cocina adquiere máxima visibilidad y relación con comedor, sala y acceso, mientras que las habitaciones tienen una estructura no jerárquica, sin estar subordinadas a otros usos.
La fachada a la plaza actúa como un gran condensador de la vida cooperativa del edificio, propiciando espacios de encuentro y relación con exteriores apropiables. Estas grandes terrazas conectadas serán el elemento distintivo e identitario de La Xalana.
Todo el edificio se modula con una crujía de 3 metros, lo que facilita una solución de estructura mixta de pilares, jácenas y muros de madera, con forjados de prelosas de hormigón de solo 14 cm de espesor gracias a las pequeñas luces.
Se apuesta por un sistema constructivo casi completamente en seco a partir de la cimentación, con estructura vertical de pilares y paneles de madera y forjados de prelosas de hormigón de 6 cm más una pequeña capa de compresión de 8 cm. Esto permite reducir notablemente el tiempo de construcción, un factor clave en esta promoción por la financiación del programa Next Generation. Las fachadas serán ventiladas y la compartimentación interior será ligera, todo con productos estandarizados. Los pavimentos serán pétreos, con suelo radiante, para lograr una buena inercia térmica.