La vivienda se sitúa en el barrio de Can Caralleu, un barrio en la base de Collserola autoconstruido por inmigrantes de Andalucía y Extremadura en los años 40 y 50, a menudo con materiales procedentes de la antigua fábrica de ladrillos (bóbila) preexistente.
Los abuelos del cliente levantaron una de estas construcciones muy sencillas en una parcela privilegiada con vistas a Barcelona y al mar. Esta casa ya no existe desde hace algunos años, y solo queda un solar, pero la casa está muy presente en el imaginario de los clientes. Una casa mínima, desarrollada en una sola planta en el punto más alto del solar, generando un fantástico patio con una parra que mira hacia las vistas y más abajo un huerto. Una casa con una gran presencia del espacio exterior, que aprovechaba la buena orientación y los materiales básicos para construir un arquetipo de construcción mediterránea. Una casa para vivir bien cuando el tiempo acompaña. Los clientes quieren esa casa mínima y un jardín con huerto.
El proyecto hace exactamente lo mismo que la casa original. Actualiza la construcción de mampostería con mejores prestaciones y cumple la normativa urbanística vigente, que obliga a separarse de los límites de la parcela. Para liberar el máximo del solar, la edificación tiene una planta mínima de 40 m² y agota la altura disponible. El jardín queda aterrazado, siguiendo la pendiente, y se organiza con franjas que equipan y delimitan el aparcamiento, un pequeño almacén, el huerto, un banco mirador que sostendrá la parra y la terraza a nivel del acceso.
- Col·laboradors: Jordi Granada (estructura), M7 Enginyers (instalaciones)
- Año: 2023
- Cliente: Privado
- Emplazamiento: Can Caralleu, Barcelona
- Superfície: 140m2