Propuesta de concurso para desarrollar un edificio para la cooperativa Sostre Cívic, desarrollada conjuntamente con Mariona Benedito. La propuesta no resultó ganadora. Memoria de concurso:
El edificio identifica claramente un zócalo de dos plantas para absorber los dobles espacios de los pasajes y dotarlo de la escala urbana adecuada. El resto del volumen se resuelve con fachadas continuas y cuerpos volados para generar espacios exteriores de calidad, buscando aprovechar al máximo el volumen edificable. La cooperativa se abre hacia el espacio público del interior de manzana, realizando una hendidura vertical en el volumen que conecta los espacios colectivos con el exterior, generando un punto fuerte de centralidad.
En planta baja, para dotar de intensidad urbana al entorno, se sitúa un espacio comercial hacia la calle acompañando el pasaje, otro espacio a caballo entre las dos zonas ajardinadas y el acceso principal de la cooperativa por el pasaje junto con un espacio comunitario abierto al barrio. Todo con la idea de hacer del pasaje un lugar vivido.
Para minimizar el impacto de los núcleos verticales, se propone ubicar tipologías dúplex en las dos últimas plantas, de modo que la altura de evacuación no supera los 28 m. Así, las comunicaciones verticales se resuelven con un único núcleo equipado con una escalera de evacuación (no especialmente protegida) y dos ascensores. Asumimos una tipología privilegiada en la parte superior a favor del ahorro colectivo y la posibilidad de aumentar superficie habitable.
El edificio debe acoger dos comunidades que no se quieren segregar. La Comunidad Inclusiva se ubica en las tres primeras plantas, en tipologías relacionadas con el atrio para facilitar la proximidad entre sus miembros. El «hogar residencia» se sitúa en toda la planta 1, para facilitar el contacto con el espacio público a usuarios y asistentes sociales, y contar con una construcción muy resistente al desgaste. Este hogar dispone de un despacho y un espacio de cocina-comedor propios accesibles desde el rellano de P1.
Desde el acceso a la cooperativa se despliegan en vertical, con cierta monumentalidad, los espacios colectivos y las circulaciones principales del edificio, conectando así el espacio público con el corazón de la comunidad. Los espacios colectivos juegan con dobles alturas para ganar en volumen de aire y visuales cruzadas hacia las circulaciones, así como para dotarlos de un carácter diferenciado. Estos espacios y sus accesos se conectan también con una escalera de caracol con una voluntad más socializadora.
Se diseñan dos tipologías principales de vivienda según las características de sus accesos. Las viviendas en torno al atrio tienen salas pasantes, que buscan la continuidad hacia el exterior, y las orientadas al sur se abren a esta fachada a través de una pasarela que se entiende como una extensión de la sala de estar. En ambos casos, se apuesta por maximizar la superficie interior mediante terrazas voladas o espacios compartidos con la pasarela de acceso.
Llevamos las cocinas al centro de la vida colectiva. Entendemos cocinar como una de las actividades esenciales de la vida social, y por eso apostamos por situarla en el umbral de las viviendas fomentando que funcione como espacio de relación.
Para complementar y flexibilizar las viviendas, se proyectan 8 habitaciones satélite con acceso independiente y 44 habitaciones anexas que permiten diversidad tipológica inicial y modificaciones en el tiempo para aumentar o reducir la superficie de las viviendas.
Más allá de los dos espacios comunitarios principales que sí tienen un uso establecido (la sala polivalente en PB y la cocina-comedor en P6), el resto se conciben como espacios pequeños y medianos con características similares que pueden destinarse a los usos que se deseen. La cooperativa disfruta también de espacios exteriores: una gran terraza-jardín junto al atrio en planta 6ª y una zona para tender la ropa en la planta 5ª.
Debido a las diferentes condiciones de las viviendas, proponemos un edificio con dos funcionamientos opuestos. Las viviendas de P6 a P9 no sufren ruido y disponen de gran captación solar directa, lo que permite eliminar la demanda de calefacción, y en verano trabajar con ventilación cruzada y refrigeración nocturna. Las viviendas de P1 a P5, con ruido diurno, contaminación y poca captación solar, se resuelven en un edificio compacto con un atrio. Esta cubierta, de baja tecnología y construcción sencilla por su forma y dimensiones, se adapta a las estaciones del año: aporta captación solar en invierno, ventilación cruzada en verano y ofrece a los usuarios un jardín de invierno con muy buenas condiciones.
Para garantizar el confort en las viviendas de P1 a P5, se considera imprescindible apostar por un recuperador de calor centralizado para alcanzar condiciones mínimas de salubridad y, además, lograr una gran reducción de demanda al disminuir significativamente las pérdidas por ventilación en viviendas sin captación solar. Además, se aprovechará el aire caliente del atrio para precalentar el aire de ventilación, pudiendo usar alternativamente este aire o el del recuperador según cuál esté a temperatura más favorable. Con el fin de optimizar sistemas, se utilizará esta misma red de ventilación para climatizar en épocas de clima extremo. La producción térmica se realizará mediante aerotermia (COP >2,5) o geotermia (según estudio de viabilidad). La producción fotovoltaica de 52.927 kWh permite cubrir el 100% de la demanda de ACS y calefacción, aprovechando los depósitos de agua caliente como baterías de energía que absorben la diferencia temporal entre la oferta de energía eléctrica producida y el momento en que se necesita.
Se considera que esta promoción supone un salto de escala para Sostre Cívic, por lo que se propone utilizar sistemas constructivos conocidos por la constructora, para ir sobre seguro. Se plantea una estructura de madera CLT como sistema rápido y de menor impacto ambiental, que supone un ahorro de 3,5 meses de obra y una reducción del 50% del impacto en kgCO₂. Con crujías de 5 m y 5,80 m, utilizando paneles pequeños en las crujías centrales y solo una más masiva en fachada, se optimizan forjados y elementos verticales, consiguiendo una ratio de madera de 0,25 m³/m². Los pavimentos se dotarán de inercia térmica con una capa de hormigón y acabado pétreo, y los cerramientos verticales serán fachadas ventiladas ligeras, con construcción en seco y materiales industrializados. La planta baja y primera se realizarán en hormigón armado para asumir los dobles espacios previstos en el planeamiento y acompañar constructivamente la estrategia urbana del zócalo.